El principal defecto de las revistas depredadoras es que apenas realizan procesos de revisión de los manuscritos que reciben, lo que acelera el proceso. De modo eufemístico, ellas mismas presumen de su rapidez en la publicación. Por supuesto, aceptan la mayor parte de los documentos que reciben para alcanzar su principal objetivo: cobrar a los autores.
Los autores han de mostrar satisfacción y, por lo tanto, no sufren rechazos ni modificaciones (en realidad, mejoras) de los originales. Estos deben obtener resultados en un corto plazo para saciar las exigencias de las autoridades académicas. Por ejemplo, para obtener acreditaciones, sexenios o justificar la financiación de proyectos.
Leer "Guía para detectar revistas depredadoras, secuestradoras y megadepredadoras", de Rafael Repiso y Julio Montero-Díaz, 22/04/2021, theconversation.com/es.
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